
La primera presidenta de la Convención Constituyente, Elisa Loncon, recibió este miércoles en el País Vasco el premio René Cassin de Derechos Humanos.
«Árrat saldeón. Mari mari pu lamgen mari mari pu Vascoce. Pewmagele kom kvme felaymvn. Wenu caw, Wenu ñuke, Wenu vlca, Wenu wece keyuneyiñmu kvme amuleal tvfaci zugu», expresó allí en un discurso.
«Agradezco al gobierno Vasco por medio del Lehendakari Iñigo Urkullu, a la Presidenta del Parlamento Vasco, al vicelehendakari, a la consejera, a las autoridades , amigas y amigos, por haberme honrado con premio René Cassin, edición 2021, quien fuera Premio Nobel de la Paz en 1968 y principal inspirador de la Carta fundamental de Derechos Humanos».
«Este galardón anteriormente fue recibido por la hermana chilena, abogada y hoy miembro del Parlamento Carmen Hertz, el 11 de Marzo de 2013, por su compromiso con la defensa de los derechos humanos y por Desmond Tutu (QEPD), por su lucha contra el apartheid y por ser artífices del proceso de paz desarrollado en Sudáfrica», agregó.
Loncon destacó que el premio que tiene una larga trayectoria es organizado por la Dirección de Derechos Humanos del Gobierno Vasco y «se me ha otorgado por mi compromiso personal y profesional con la promoción, defensa y divulgación de los Derechos Humanos, principalmente en el ámbito de los derechos lingüísticos y culturales del pueblo mapuche y de los pueblos originarios de Chile; y por mi condición de Primera Presidenta de la Convención Constitucional de Chile».
La primera presidenta de la Convención agradeció también al Instituto de Derechos Humanos, Democracia, Cultura de Paz y no Violencia (DEMOSPAZ) de la Universidad Autónoma de Madrid, junto con otras organizaciones cercanas como WILPF-España y la Cátedra de Educación para la Justicia Social, quienes patrocinaron su candidatura.
Del sur del mundo
«Vengo del Sur del Mundo, del pueblo nación mapuche. Mis ancestros de mi linaje materno y paterno lucharon contra el colonialismo y contra la dictadura de Pinochet. Y mis abuelas y abuelos todos tenían un sueño común, ese SUEÑO fue recuperar el territorio usurpado y recuperar la soberanía de nuestro pueblo y nuestra cultura regida por la filosofía del KVME MOGEN o buen vivir, que haga florecer nuestra lengua el mapuzugun. Que nunca más exista explotación de los seres humanos y de la madre Tierra; es esa la lucha que abrazo y que me ha inspira en todo espacio y tiempo», indicó en su discurso.
«En mi país, Chile, hemos iniciado un proceso constituyente, el que me ha correspondido encabezar. Este es el proceso más hermoso de organización y de lucha que se han dado los pueblos para cambiar la Constitución que nos dejara la dictadura de Pinochet hace ya más de cuatro décadas. Aquella Carta Magna autoritaria construyó y legitimó un modelo social y político segregador y poco democrático, sobre la base de un modelo neoliberal que hoy los pueblos de Chile pretendemos superar».
Agregó que la desigualdad y la existencia de un régimen político escasamente participativo fueron las principales razones para impulsar «la revuelta social más importante de la historia de Chile, emergida un 18 de octubre del año 2019. Desde aquellos impulsos y movilizaciones nace el proceso constituyente en Chile».
Mujer e indígena
«Somos orgullosos de las mujeres y de los jóvenes que encabezaron la revuelta social. En particular, los jóvenes desde el 2006 iniciaron un proceso orgánico contra el sistema capitalista y el estado subsidiario heredado por la dictadura y que con el pasar de los años despojó al pueblo de sus derechos básicos como el agua, las pensiones y el derecho a la educación publica», destacó.
Agregó que ese movimiento creció en la medida que fueron madurando las generaciones, el año 2010 se instaló en las universidades, y hoy en el gobierno, con un presidente electo, Gabriel Boric Font, «el más joven en la historia de este país. Pero no solo allí, la semilla joven también brotó en los municipios, gobiernos regionales, locales, renovando la política del país».
«Vengo de una cultura de mujeres indígenas que abrazan el espíritu de la Madre Tierra, del agua, las montañas, las cascadas; que respetan las fuerzas de la naturaleza por ser la fuerza primigenia que mueve la vida de las personas y las sociedades; visión de mundo hoy necesaria para responder a la crisis ambiental del planeta y que está presente en las naciones originarias».
Además, «mi compromiso con las lenguas indígenas es por los derechos humanos fundamentales, porque las lenguas nos constituyen como seres humanos y no somos más que lenguas, por eso cuando alguien maniobra contra algunas de ellas, negándola, discriminándola, no hace más que condenarnos al mundo del silencio, contra nuestra dignidad y humanidad; porque las lenguas son instrumentos para la comunicación, para el diálogo y para la paz entre los pueblos».
«Pu mapuche lamgen, mapucegeyiñ mapuzugungey mi kewon, yafuluwuaymi tami zugun mu, yewekinolmi mi kewon mu, mi az mew. Newentupe mi gvlam, mi igkan mu tami pu picikece tañi yeniam mi kimvn. Tayiñ kuyfike kimvn ka xipaleci kimvn weftupe iñ mapuzugun mew, tami cumgeci poyenien mi mapu, mi mogen, mi feyentun, tami wenumapu kimvn, mi nagmapu kimvn kom renuntuafimi mi kewon mew. Wirintukuaymi mi rvpv ka mi mogen mapuzun mu, femgechi wewgelayaiñ vpvlnentun mew ka wigkawvn mu», añadió.
«¡Wvñoweftupe ta mapuzugun, mapuche kimvn, yamuwvn xokince mu! ¡Que renazca la lengua mapuche, la sabiduría y el respeto entre los pueblos! Que los mapuche volvamos hablar nuestras lenguas en nuestro territorio».
Convención Constitucional
Loncon también subrayó que con el proceso de la Convención Constitucional «hoy Chile vive una nueva historia, la que esta siendo escrita por quienes habían estado ausentes de las esferas del poder; somos mujeres y hombres de regiones, de la diversidad cultural, sexo-genérica y política. La Nueva Constitución se está escribiendo con paridad, descentralización, plurinacionalidad y KVME MOGEN, el buen vivir».
«No quiero terminar sin celebrar la lucha de los pueblos por la dignidad, y sin reconocer a los pueblos que antes fueron condenados por su diversidad y que hoy son capaces de gobernar y proyectar sus prácticas y conocimientos como un aporte para la diversidad y riqueza de la propia humanidad. Felicito al pueblo vasco por su persistente lucha por la autonomía y por su práctica de solidaridad con otros pueblos excluidos. En este camino, permítanme decirles hermanos, nos encontramos pu lamgen, porque compartimos el latido de nuestros corazones al calor de nuestras luchas, pese a la distancia», dijo.
«Cuando veo y siento que nuestros niños recuperan sus raíces, sus lenguas y abrazan la autonomía y el territorio, observo la dignidad de los pueblos del mundo, aquellos pueblos que a pesar del racismo y la marginación, siguen sintiendo el susurro de los mayores, quienes nos heredan saberes y conocimientos que pueden contribuir a la cultura de paz en el mundo. Muchas gracias por este reconocimiento y por darme el honor de dirigirme a Uds. y a la tierra del Euskera. Pewkayal pu lamgen, fenxen mañum. Eskérri kásko lehendákari jauná. Eskérri kásko denói», concluyó.